Ubicación excelente, a un paso de los museos y zonas de bares. Habitaciones modernas y bien equipadas. Atención del personal bastante amable y servicial. El desayuno muy bueno, aunque un poco caro. La música en el restaurante por la noche puede ser molesta en las habitaciones bajas.

La atención del personal fue excepcional y muy acogedora.

Experiencia culinaria de Izakaya, servicio de alquiler de bicicletas, acceso a la cultura artística local

Las habitaciones son pequeñas, ¡ni siquiera hay espacio para las maletas!!! Además, la atención al cliente no siempre es rápida y la limpieza deja que desear en algunos casos. La falta de mantenimiento es notable y la conexión Wi-Fi es inestable. ¡Se necesita mejorar!!!

Bar ruidoso, camas muy cómodas

Las camas eran realmente cómodas, lo que convirtió mis noches en un sueño reparador. La ubicación es inmejorable, cerca de museos y restaurantes. Además, el desayuno era excepcional.

Sin embargo, el ruido del bar cercano perturbó mi sueño, especialmente los fines de semana. A pesar de lo acogedora que es la atención, no pude evitar que este aspecto afectara mi descanso.

Probé el sushi en el restaurante, un plato que parecía una obra de arte y que disfruté mientras compartía con amigos. La atención del personal fue un poco problemática, pero el espacio donde se puede relajarse, con sillones cómodos y hermosas vistas, me hizo sentir en casa. Sin embargo, es útil saber que la ubicación está rodeada de vida local, lo que hace que todo sea más interesante.

Servicio al cliente deficiente|Desayuno caro

Experiencia única con discos de vinilo.

Las habitaciones son tan amplias y cómodas que uno podría pensar que están diseñadas para acomodar a un astronauta con una colección de almohadas digna de un rey. La experiencia gastronómica en el restaurante Izakaya fue una fiesta para los sentidos, con sushi que parecía una obra de arte y sabores que hicieron que mis papilas gustativas bailaran de alegría.

Sin ruido del bar

La habitación que obtuvimos finalmente, era la buhardilla. ¡Era enorme y tenía vistas maravillosas! La cama era increíblemente cómoda, perfecta para relajarte después de un día en la ciudad. Además, había cafetera y té gratis en la habitación que se agradecen. Sin embargo, al principio tuvimos una habitación mini que no tenía espacio ni para las maletas, lo que fue un poco frustrante hasta que nos cambiaron. El diseño es moderno y llamativo, le da un buen ambiente.

Experiencia placentera con algunos contratiempos

El hotel tiene una ubicación fabulosa, rodeado de múltiples restaurantes y con fácil acceso a los museos. La habitación que finalmente obtuvimos, la buhardilla, era espaciosa con vistas maravillosas. La cama era excepcional, y el desayuno incluía opciones deliciosas. Sin embargo, el cambio de habitación inicial fue un poco frustrante, ya que la primera tenía muy poco espacio y no cumplía con lo que esperábamos de una habitación Deluxe.

Pasé un fin de semana increíble con amigos. La atención del personal fue asombrosa y siempre estaban dispuestos a ayudar. Nos encantó el desayuno y el bar del hotel. Además, hay una parada de tranvía al lado que te lleva directo al centro. No olviden visitar algunos bares cercanos y el museo, ¡espectacular! Definitivamente fue muy recomendable.

Sin embargo, tuvimos que cambiar de habitación porque la primera era muy pequeña y no tenía espacio para las maletas. Un poco frustrante al principio, pero la nueva habitación compensó eso.